DE CANCELADOS A CENSORES: EL PELIGRO DETRÁS DE LA CENSURA CONTRA KIMMEL

Desde principios de 2025, ha crecido un patrón de acoso litigioso y censura indirecta en Estados Unidos, dirigido principalmente por políticos y empresarios, quienes están presionando a medios de comunicación, periodistas y comediantes. Este fenómeno ha generado un fuerte debate sobre la libertad de expresión, ya que los afectados se enfrentan a lo que muchos consideran una violación clara de la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a la libre expresión. 

La situación ha escalado rápidamente, afectando la independencia de los medios y el derecho al libre ejercicio de la crítica y la sátira. Hace tres semanas la cadena ABC, propiedad de Disney, tomó la decisión de suspender al presentador y comediante Jimmy Kimmel. Esto después de sus comentarios críticos  durante su show nocturno Jimmy Kimmel Live sobre la reacción política al asesinato del activista de derecha Charlie Kirk.  

Aunque hace dos semanas el show volvió al aire y el comediante aclaró la situación referente a los comentarios que había realizado; el hecho ha desatado una ola de reacciones en los Estados Unidos que pone en evidencia la profunda polarización política de este país así como la peligrosa tendencia de censurar las ideas diferentes.

En su monólogo Kimmel sugirió que los seguidores del presidente Donald Trump estaban utilizando el asesinato de Kirk con fines políticos algo que fue interpretado como una provocación. El propio presidente Donald Trump se sumó a la controversia descalificando al comediante por sus comentarios y por los bajos índices de audiencia del programa, sugiriendo que este presentador debió haber sido despedido hace mucho tiempo.

Lo que podría parecer un simple desacuerdo mediático se convirtió en algo mucho más grave cuando el presidente de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones), Brendan Carr, amenazó públicamente con que las cadenas locales que transmiten el programa deberían cancelarlo. Estas amenazas no se quedan tan solo en palabras; y es que de hecho las principales operadoras de estaciones locales como NextStar, Tegna y Sinclair al necesitar la aprobación de la FCC para cuestiones comerciales, acataron las presiones de Carr. Esto llevó a la suspensión indefinida de Jimmy Kimmel Live por parte de ABC. 

Este es un ataque sistemático contra las voces disidentes y opositoras del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, ejecutado mediante la amenaza de revocar licencias de transmisión y bloquear aprobaciones regulatorias necesarias para operaciones corporativas. Las consecuencias para el tejido democrático de la nación son profundas cuando el poder del Estado se utiliza para silenciar la crítica.

En una sociedad libre y democrática los medios de comunicación y la ciudadanía tienen la responsabilidad y el derecho de cuestionar, satirizar y ofrecer puntos de vista alternativos a los del gobierno. Sin embargo, durante el nuevo gobierno del presidente Trump la censura de forma indirecta se está intensificando cuando figuras políticas y corporaciones intentan silenciar cualquier tipo de crítica o disenso por medio de amenazas.

Esta tendencia se refleja en las palabras del expresidente Barack Obama quien denunció en redes sociales que “la administración actual ha llevado la cultura de la cancelación a un nuevo y peligroso nivel”  sugiriendo así que más allá de un conflicto de intereses lo que está en juego es un intento de control de los medios y de la narrativa mediática. 

El problema se profundiza aún más cuando se tiene en cuenta que la libertad de expresión se encuentra garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Esta reglamentación, establecida desde 1791, protege la libertad de expresión y restringe al gobierno de censurar expresiones, excepto en casos como amenazas, incitación a la violencia, difamación o pornografía infantil. Los alcances de está suelen ser amplios y cualquier tipo de restricción requiere de un riguroso control judicial previo. Asimismo, las decisiones de la Corte Suprema han refinado esta protección, definiendo excepciones y asegurando un equilibrio entre libertad individual y seguridad colectiva.

Los ataques contra la misma así como contra la libertad de prensa, como el ocurrido con Kimmel, no solo perjudican a los individuos afectados sino que también erosionan el espacio donde se debaten ideas se realizan  críticas constructivas y se fomenta un verdadero pluralismo. La ya levantada suspensión en contra de Kimmel, conocido por su irreverencia y crítica política, refleja una amenaza a la columna vertebral de cualquier democracia.

Múltiples figuras como políticos, activistas y miembros de la industria del entretenimiento han sido claros en que esto es un esfuerzo coordinado para silenciar voces críticas y controlar la información. El Sindicato de Guionistas de América (WGA, por sus siglas en inglés) condenó la decisión de sacar a Jimmy Kimmel del aire como una violación de los derechos constitucionales de libertad de expresión “Avergonzados deberían estar aquellos en el gobierno que olvidan esta verdad fundamental”, expresó el sindicato en un comunicado.

En un entorno donde los medios de comunicación están bajo constante presión por parte de intereses políticos y económicos, si el poder empresarial en comunión con el gobierno puede imponer sanciones o cancelaciones por un chiste, un comentario, una crítica o una idea, los peligros que afrontará la democracia y la ciudadanía son incalculables. 

Lo que está en juego no es solo el futuro de Jimmy Kimmel, quien esta semana retomó su show,  sino el futuro de una sociedad que tiene la libertad de expresión y la democracia como sus baluartes y columnas tanto políticas como nacionales.  Este hecho sienta un peligroso precedente dentro de Estados Unidos pero también envía un mensaje negativo al resto del mundo ya que si el “país de la libertad” no respeta la libertad, que podemos esperar en el resto del mundo.

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